Alan y
yo entramos en la escuela justo a tiempo cuando tocaron la campana.
-Apúrate
entraremos tarde.- No le hice caso y fui tranquila a mi casillero.
-Violet-
Dijo el fastidiado. Casi nunca lo escuchaba así.
-Tranquilo,
Alan. Por un día que llegues tarde no pasara nada, si no le entiendes a algo
sabes que te explico luego.- Suspiro.
-Está
bien.- Fue lo único que dijo.
Caminamos
tranquilos hacia el salón, él estaba atrás de mí. Este día ha estado muy mmm…
distraído, no se como ¿raro?, nunca había estado así, lo sentí desde que
estábamos en el coche. Abrí la puerta del salón y todos se nos quedaron viendo.
-Jóvenes…
llegan tarde, no pueden entrar.- Cerré la puerta y seguí caminando hacia el
patio trasero.
- ¿Qué
tienes?
- Eh…
no, no nada. ¿Por qué preguntas?
- Estas
pensativo, raro. Y no lo niegues, te conozco, Alan.
- Si, sí.
No lo niego.- En ese momento llegamos al patio trasero llegue junto a un árbol y me senté, el hizo lo mismo junto a
mi.- Yo eh estado pensando mucho.
- ¿En
qué?
- Eh
estado pensando en… mudarme, Violeta.- me sorprendí mucho.
-
Mudarte… - Repetí y agache la cabeza.
- Si,
sabes que no me gusta que me mantengan, Violet. Ahí me dan todo. Trabajo,
comida, pagan mis estudios… y a mí no me gusta que me den todo gratis.
- Tu
mismo lo dijiste te dan trabajo con eso pagas, trabajando.
- Si,
me dan trabajo pero me dan dinero por eso, más cosas. Quiero vivir por mí
mismo, pagarme una escuela encontrar un trabajo.
- ¡No,
no! Te vayas, Alan, yo te necesito aquí conmigo. Si quieres no mudamos juntos
buscamos trabajos y pagas la mitad de tu escuela pero no quiero estar sola.
Sabes que tú eres la única persona a quien tengo.- Empecé a llorar y eso era
muy raro en mí, nunca lloraba y si lo hacía no dejaba que nadie me viera.- No,
no me puedes dejar, Alan.
-Violet,
entiéndeme…
-No,
no tú lo prometiste, Alan, lo prometiste. Prometiste que nunca, nunca, jamás de
los jamases me dejarías, Alan…- no pude más llore como nunca lo había hecho. Y
lo abrasé tan fuerte como pude- N… no… me… dejes…- dije entre sollozos. Alan
también me abrazo muy fuerte.
-Te lo
prometí ¿verdad?- Asentí.- Lo cumpliré, Violet.
-Gracias.
Te quiero mucho, Alan.- Se sorprendió. Debió de ser porque le dije que lo
quería. Nunca le había dicho eso ni a Xavier, a nadie, pero si los quería mucho
aunque no lo dijera. Después de un momento reacciono y dijo:
-Yo
también, Violet, y mucho.
Después
de eso no quise entrar a clases me quede en el jardín todo el día pero Alan si
entro. Él decía que como podía aprender todo lo que nos enseñaban con tanta
facilidad, a él le costaba mucho trabajo. Con esfuerzos sacaba un 8 para no
perder su beca y yo le ayudaba mucho. Y él siempre me lo agradecía y me
invitaba un helado o al cine.
-Vámonos,
Violet.- Dijo Alan. Asentí y me acerque a él.
-Alan…
-¿Sí?
-Si…
siento haberme comportado así hace rato. Sabes que quiero lo mejor para ti,
eres mi mejor amigo, y si quieres mudarte y hacer todo eso pues yo te
apoyare...-él se rio.
-Violet,
te lo prometí. Lo cumpliré. Gracias por apoyarme pero no te dejare.-abrí la
boca para decir algo pero Alan me interrumpió.- Cumpliré uno de tus sueños,
Violet, y al mismo tiempo los míos.
-Ya me
confundiste.
-Ya lo
veras. Ahora se nos hace tarde para salir de este lugar.
Nos
fuimos de la escuela. En el auto Alan estuvo muy pensativo. En verdad estaba confundida
que sueño mío iba a hacer que se hiciera realidad y al mismo tiempo el de él.
No entendía nada y tenía que explicarme. Al llegar de la mansión Alan salió
rápido del caro hacia la entrada de la casa, rápido lo alcance y lo agarre de
una mano.
-Explícame,
Alan.
-Luego
te explico, Violet. Tengo una gran idea.
-Alan,
por favor…
-Tranquila,
te lo explicare.-dijo y se dirigió a la mansión a medio camino regreso
corriendo y dijo:
-Te
quiero, Violet.- dijo y me dio un beso en la comisura de mis labios. Y salió
corriendo hacia la entra de nuevo.
“Me…
me beso… ¡Alan me beso!... bueno no avía sido un beso pero casi. ¡Alan casi me
beso! Y me dijo que me quería, lo dijo muy dulce. Me gusta ¿yo también le
gustare? ¡Ah! Que tengo que hacer estoy muy confundida.” Pensaba eso mientras
me dirigía a mi cuarto. Cuando llegue me acosté en la cama muy confundida.
Toque el lugar donde me avía besado Alan. Estaba muy confundida con él, me
gustaba desde que llegue eso lo sabía. Sabía que lo quería lo quería mucho pero
lo que no sabía era ¿Cómo lo quería? ¿Cómo un hermano, como un primo, un amigo
o como hombre? Estoy muy confundida. No sé qué hacer.
En ese
momento de tanta confusión llego Alan abrió la puerta de par en par cuando
entro y tenía una gran sonrisa en el rostro.
-¡Violet,
Violet!- dijo lleno de alegría.
-¿Qué?
¿Qué pasa, Alan?
-Lo
convencí está de acuerdo conmigo; lo logre, lo logre. Violet, lo logre.
-Tranquilo,
Alan. ¿Qué lograste?-en ese momento llego Xavier.
-Nos
mudaremos, Violet.
-¡¿Qué?!
¡Ah!.-Dije emocionada. Desde que había llegado a este lugar mi deseo más grande
es mudarnos, no me gustaba vivir con tanta genta alrededor.
-¡Alan!
Gracias, gracias.- Dije abrazándolo muy fuerte.-Eres genial.
-Bueno,
empezare a buscar departamentos compartiremos el gasto entre los tres. Así que
señorita se pondrá a trabajar.
-Sí,
si lo que sea.- Dije y Xavier salió de la habitación.
-Muchas
gracias, Alan.
-No me
agradezcas. Solo cumplí nuestros sueños y mi promesa.
-Sí,
eres genial. Gracias.-Dije abrazándolo muy fuerte. Él también me abrazo.
-Violet…-
Dijo pensativo.
-¿Si?
-Nada…
olvídalo.
Desde
ese día eh estado feliz, que digo feliz; súper feliz. Ellos no dejaban que me
encargara de nada, ni del apartamento y no como lo iban a decorar, de nada.
Estaba muy ansiosa por conocer nuestra nueva casa. Quería verla ya, pero no me
dejan porque es una “sorpresa”. Me gustan mucho las sorpresas pero estoy
impaciente por conocerla. ¡Ah!
-¿Puedo
acompañarte a ver la casa Xavier?
-No,
no puedes.
-Xavier…
-No,
Violet, ya te dijimos que es una sorpresa, quédate aquí.-dijo y siguió
caminando.- Y no me sigas, Violet, ya va venir Alan para vigilarte.
-Mmm…-Casi
siempre Xavier sabía que iba a hacer y eso
no me gustaba me conocía demasiado bien.
Me
quede esperando en mi cuarto a que apareciera Alan. Estaba acostada en uno de los
sofás mirando el techo. Pensé en muchas cosas pero en la que más pensaba era en
aquel casi beso que me dio Alan. En ese momento se escuchó la puerta “toc,
toc”.
-Pasa.-Dije
y se abrió la puerta.
-¿Estas
aburrida?
-No,
no. Estoy pensando.
-¿En qué?-
Pregunto mientras se acostaba alado del sofá. Yo me voltee para verlo y me
recargue en mis codos que estaban en el borde del sofá para verlo mejor.
-¿Cómo
se siente un beso?
-¿Qué?-Dijo
tratando de pararse pero al hacerlo movió el sillón y me caí encima de él.
Sentía su respiración y su cuerpo abajo del mío.
-Dije
que ¿Cómo se siente un beso?
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