-Señorita, vengo a dejarle
sus cosas.-dijo con la mirada agachada.
-¿Porque todos aquí me
llaman así?-Dije fingiendo estar enojada. Pero por que todos no me miraban a
los ojos; parecían esclavos, y tal vez los demás los trataran, así pero yo no.
-Lo siento, no quise
molestarla.
-Bueno, para que no me moleste primero…-Dije con la misma voz de
molesta para después cambia a mi voz normal y dije:- no me llames señorita si
no Violet, segunda no me trates con tanta formalidad y tercera por qué no me
miras a los ojos.-Él pareció sor prendido por mi actitud pero como ya dije no
lo iba a tratar de otra forma. El levanto la cara y yo le sonreí, él también me
sonrió tímidamente.
-Bueno así está mejor. Haber
mis maletas.-dije y agarre la mochila donde tenía un poco de ropa y me dirigí al closet y lo
abrí y me metí.- Oye.
-¿Si?
-¿Cómo te llamas?
-Soy Alan.-Dijo cuando yo
salía del cuarto y agarraba la otra mochila, que era la que tenía mis cosas de
la escuela.
-Mmm… que bonito nombre.
-Gracias. El tuyo también.
-¿Violet? No es mi nombre.
-¿No?- Pregunto confundido.
-No, mi nombre es Violeta
pero para los amigos soy Violet.
-¿Amigos?
-Si o acaso no quieres ser
mi amigo.- Dije subiéndome a la cama con la mochila.
-Sí, claro, si quiero.
-Bien, entonces ven
siéntate conmigo.-Dije vaciando todas las cosas de la mochila, mientras él se
acercaba lenta mente.- Mmm… odio estas cosas. Dije aventando los libros y
cuadernos de la escuela al suelo y solo quedaba. Mi estuche, mi USB, Mis tres
libros favoritos y mi cartera, donde tenía todo mi dinero y dos fotos, una de
mis padres y otra de mis amigas.
-¿No te gustan los libros y
cuadernos?-bueno por lo menos preguntaba y no era la única interesada.
-No me gustan, bueno solo lo
de las escuelas ¿A ti te gustan?
-Necesitaba algunos
cuadernos para la escuela.
-Bueno te puedes quedar con
mis cuadernos están casi vacíos, no trabajaba en clases, y también los libros,
están en español ¿si no te importa?
-No, no hay problema. Gracias.-le
sonreí.
-De nada. ¿Oye? ¿Cuántos
años tienes?
-15.
-¿Enserio? Pensaba que tenías
como 16 o 17. Pareces mayor.
-Sí, creo que sí.
-¿Y qué haces aquí
trabajando?
-Bueno mi abuelo Alejandro
es el mayordomo y mi mama es la cocinera. Así que vivo aquí con ellos y para
ayudarlos a los gastos a veces hago cosas que me piden como entregar el correo
o en esta caso subir maletas.
-Oh ¿y cuál es tu color
favorito?
-Azul.
-¿Azul? ¿Por qué el azul?
No es por ofender pero no me gusta el azul ¿Por qué seria tu color favorito?
-Si ya veo que no te
gusta.-dijo mirando mi ropa y cuarto.-la cosa es que me gusta el azul por el
cielo y el mar, el cielo es azul, están hermoso el cielo y cuando lo ves con
nubes tan blancas; se ve hermoso con el sol, se ve tan puro y en paz. Algo como
creo que se vería el alma de una persona tan puro pero a veces también es como
si se sintiera mal, cuando está nublado
o cuando hay una tormenta; está enojado, furioso, o el mar, nunca eh visto el
mar en persona pero si en la televisión, se ve tan azul sus olas tan fuertes
tan magnífico me encantaría verlo.
-¿Nunca has visto el mar?
-No.
-Mmm… bueno con esa
explicación el color azul esta agregado a unos de mis colores favoritos. Y
tienes que saber que tú eres el único que pudo hacer que escogiera un color tan
claro a mí me gustan los colores oscuros.
-¿Si? No me había dado
cuenta ¿eh?-lo dijo con sarcasmo. Y eso ocasiono que me riera y el también. Nos
reíamos cuando alguien toco la puerta, que estaba abierta, y dijo:
-Señorita Violeta se puede
saber ¿que están gracioso?-dijo Xavier. Alan rápidamente se paró de la cama
cuando entro.
-No me llames así.-Dije
mientras le aventaba un cojín que por supuesto lo detuvo.- y sí, se puedes
saber. Se trata de que tengo otro nuevo color favorito.
-¿Cuál?
-El azul.
-¿El azul? – Se puso a
reír- Se cuáles son tus colores favoritos y ese no parce con vinar con ninguno.
-Bueno, Alan me hizo
cambiar de opinión.
-Bien.-dijo mirando a Alan.-Es
hora de mostrarte toda la casa.
-Sí, vámonos-dije
poniéndome de pie. El salió de la habitación.-Nos vemos luego, Alan.-dije
acercando me a él y le di un beso en la mejilla.- Xavier me vio hacerlo. Me
puse roja, estoy segura, y salí corriendo. A si, no avía mencionado que Alan
era muy guapo.
-Estas roja.- Me dijo
Xavier.
-Si, ya lo sé.
-Así que ¿son amigos?
-Claro. No me gusta cómo me
tratan a los empleados de aquí así que tendré que obligarlos que me traten como
su igual.
-Pero no eres su igual tú
vives aquí puedes hacer lo que quieras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por leer mi historia dejen sus comentar o sugerencias