6 de mayo de 2012

La cazadora: Parte 3



-Señorita, vengo a dejarle sus cosas.-dijo con la mirada agachada.
-¿Porque todos aquí me llaman así?-Dije fingiendo estar enojada. Pero por que todos no me miraban a los ojos; parecían esclavos, y tal vez los demás los trataran, así pero yo no.
-Lo siento, no quise molestarla.
-Bueno, para que no me  moleste primero…-Dije con la misma voz de molesta para después cambia a mi voz normal y dije:- no me llames señorita si no Violet, segunda no me trates con tanta formalidad y tercera por qué no me miras a los ojos.-Él pareció sor prendido por mi actitud pero como ya dije no lo iba a tratar de otra forma. El levanto la cara y yo le sonreí, él también me sonrió tímidamente.
-Bueno así está mejor. Haber mis maletas.-dije y agarre la mochila donde tenía  un poco de ropa y me dirigí al closet y lo abrí y me metí.- Oye.
-¿Si?
-¿Cómo te llamas?
-Soy Alan.-Dijo cuando yo salía del cuarto y agarraba la otra mochila, que era la que tenía mis cosas de la escuela.
-Mmm… que bonito nombre.
-Gracias. El tuyo también.
-¿Violet? No es mi nombre.
-¿No?- Pregunto confundido.
-No, mi nombre es Violeta pero para los amigos soy Violet.
-¿Amigos?
-Si o acaso no quieres ser mi amigo.- Dije subiéndome a la cama con la mochila.
-Sí, claro, si quiero.
-Bien, entonces ven siéntate conmigo.-Dije vaciando todas las cosas de la mochila, mientras él se acercaba lenta mente.- Mmm… odio estas cosas. Dije aventando los libros y cuadernos de la escuela al suelo y solo quedaba. Mi estuche, mi USB, Mis tres libros favoritos y mi cartera, donde tenía todo mi dinero y dos fotos, una de mis padres y otra de mis amigas.
-¿No te gustan los libros y cuadernos?-bueno por lo menos preguntaba y no era la única interesada.
-No me gustan, bueno solo lo de las escuelas ¿A ti te gustan?
-Necesitaba algunos cuadernos para la escuela.
-Bueno te puedes quedar con mis cuadernos están casi vacíos, no trabajaba en clases, y también los libros, están en español ¿si no te importa?  
-No, no hay problema. Gracias.-le sonreí.
-De nada. ¿Oye? ¿Cuántos años tienes?
-15.
-¿Enserio? Pensaba que tenías como 16 o 17. Pareces mayor.
-Sí, creo que sí.
-¿Y qué haces aquí trabajando?
-Bueno mi abuelo Alejandro es el mayordomo y mi mama es la cocinera. Así que vivo aquí con ellos y para ayudarlos a los gastos a veces hago cosas que me piden como entregar el correo o en esta caso subir maletas.
-Oh ¿y cuál es tu color favorito?
-Azul.
-¿Azul? ¿Por qué el azul? No es por ofender pero no me gusta el azul ¿Por qué seria tu color favorito?
-Si ya veo que no te gusta.-dijo mirando mi ropa y cuarto.-la cosa es que me gusta el azul por el cielo y el mar, el cielo es azul, están hermoso el cielo y cuando lo ves con nubes tan blancas; se ve hermoso con el sol, se ve tan puro y en paz. Algo como creo que se vería el alma de una persona tan puro pero a veces también es como si se sintiera  mal, cuando está nublado o cuando hay una tormenta; está enojado, furioso, o el mar, nunca eh visto el mar en persona pero si en la televisión, se ve tan azul sus olas tan fuertes tan magnífico me encantaría verlo.
-¿Nunca has visto el mar?
-No.
-Mmm… bueno con esa explicación el color azul esta agregado a unos de mis colores favoritos. Y tienes que saber que tú eres el único que pudo hacer que escogiera un color tan claro a mí me gustan los colores oscuros.
-¿Si? No me había dado cuenta ¿eh?-lo dijo con sarcasmo. Y eso ocasiono que me riera y el también. Nos reíamos cuando alguien toco la puerta, que estaba abierta, y dijo:
-Señorita Violeta se puede saber ¿que están gracioso?-dijo Xavier. Alan rápidamente se paró de la cama cuando entro.
-No me llames así.-Dije mientras le aventaba un cojín que por supuesto lo detuvo.- y sí, se puedes saber. Se trata de que tengo otro nuevo color favorito.
-¿Cuál?
-El azul.
-¿El azul? – Se puso a reír- Se cuáles son tus colores favoritos y ese no parce con vinar con ninguno.
-Bueno, Alan me hizo cambiar de opinión.
-Bien.-dijo mirando a Alan.-Es hora de mostrarte toda la casa.
-Sí, vámonos-dije poniéndome de pie. El salió de la habitación.-Nos vemos luego, Alan.-dije acercando me a él y le di un beso en la mejilla.- Xavier me vio hacerlo. Me puse roja, estoy segura, y salí corriendo. A si, no avía mencionado que Alan era muy guapo.
-Estas roja.- Me dijo Xavier.
-Si, ya lo sé.
-Así que ¿son amigos?
-Claro. No me gusta cómo me tratan a los empleados de aquí así que tendré que obligarlos que me traten como su igual.
-Pero no eres su igual tú vives aquí puedes hacer lo que quieras.

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