3 de mayo de 2012

Destino en sueños: Capitulo 2





Capitulo 2: La perdida

-A mi casa a hablar con mi mama.
-¿para qué?-estaba confundida para quería hablar con su mama.
-Para que te puedas ir a dormir a mi casa.
-No, no, no puedo-no podía darles esa molestia a su familia pero no dejo que dijera nada más y entramos en la casa.
-¡Mamá, ven por favor!-grito Chase. Su mamá salió de una habitación se veía joven cabello largo castaño oscuro, ojos azules y piel bronceada en realidad era una señora muy bonita.
-¿Qué haces aquí? Deberías estar en la escuela y ¿Quién es ella?-dijo molesta.
-Escucha mamá.-dijo Chase-Ella es nuestra vecina la sobrina de Laia. Laia y su esposo acaban de tener un accidente y fallecieron. Te quería pedir que si se podría quedar a dormir Tess para que no se quede sola en su casa.-cuando dijo eso el rostro de la mujer cambio.
-No, no es necesario yo estoy bien en mi casa.-no me gustaba la idea de ser un estorbo para ellos.
- Hay lo siento tanto, Tessa.-Dijo con tristeza
-Tess-le corregí-me gusta así además mi madre siempre me decía así.
-Con quien te vas a quedar si tus padres murieron y tu tía. Que yo sepa ya no tienes más familia cariño.
-Me quedare con Jassiel el ex es poso de Laia. Ellos dos me adoptaron antes de que se divorciaran.- ella parecía sorprendida
-No sabía eso. ¿En donde vive Jassiel?
-En un pueblo en Washington.
-Ese lugar es muy diferente aquí estarás bien ¿ahí?-dijo preocupada.
-En realidad yo nací ahí, señora.
-No te preocupes. Puedes quedarte todo el tiempo que quieras.
-Gracias.-dije resignada sabía que no me iban a dejar ir tan fácil. Fui a recoger ropa a mi casa, cuando llegue estaba Gregory como me veía sabia que ya le avían contado el tenia el color de pelo castaño oscuro como su madre, y ojos café, bronceado como todos por supuesto menos yo, era muy blanca aun que me pasara horas en el sol no tomaba bronceado.
-Lo siento, Tess.-me dijo Gregory
-Te enseñare tu habitación Tess.
-Gracias, señora.
-No me digas señora, dime Kreilan.
-Está bien Kreilan.
La seguí a la habitación tenia una puerta muy bonita blanca con azul y una cama enorme blanca, un armario y unos muebles más.
-Ya esta lista la comida ¿bajamos?
-En realidad no tengo hambre
-No, no nada deseo vas a comer. No quiero que te enfermes.
-Está bien.-sabía que iba a seguir insistiendo-pero después ¿puedo hablar con Jassiel?
-Si, claro no hay problema aquí tienes un teléfono.-dijo señalando a uno que se encontraba en la mesita de noche.-Vamos.
-Si.
La comida fue divertida con Chase y Gregory peleándose por comida. Yo no comí mucho en realidad no tenía hambre. Después subí a la que asignaron como mi habitación descolgué el teléfono y le marque a Jassiel.
-Sí, habla Jassiel.
-Jassi, soy Tess
-Tess, hija ¿dónde estabas? mande a mi amigo a tu casa y me acaba de llamar diciendo que no hay nadie.
-Es que los vecinos me invitaron a dormir a su casa.
-Que bien. Me quedo tranquilo sabiendo que estas bien, pero mi amigo ya está en tu casa el me ayudara con el entierro y a lo del aeropuerto.
-Si, ya voy. Adiós.
-Adiós
Salí de mi habitación y cuando iba asía la puerta Chase me pregunto:
-¿A dónde vas?
-A mi casa a recibir al amigo de Jassiel.
-¿te puedo acompañar?
-si, claro.
Cuando salí vi a dos hombres parados en la puerta fui a saludar acompañada de Chase que me seguía.
-Hola-dije. Ellos se voltearon…. No, no puede ser me quede en shock eran los hombres de mis sueños. Casi me caigo al suelo pero unas manos me sujetaron, pensé que fue Chase pero no era él, eran las manos del que se debería de llamar Grisel...
-¡Suéltame!-le grite. No se por que por la impresión tal vez.
-Lo siento.- dijo y me soltó.
-Tess, ¿estas bien? -dijo Chase con cara de preocupación.
-Si, Chase. Estoy bien.
-Tal vez debería revisarla. Soy doctor-dijo el otro hombre junto a Grisel-¿a comido bien?-dijo acercándose y yo me aleje.
-Si, estoy bien y si eh comido.-le dije.
-Tess, casi no comiste nada-dijo Chase.
-No te preocupes no comí mucho pero si eh comido bien, por una comida que no coma bien no pasa nada-le explique.
-Esta bien, como digas.
-¿Tu eres Tessa?-pregunto el doctor.
-Tess-la corregí.-Si, usted debe ser el amigo de Jassiel.-dije no podía creer que unos vampiros fueran sus amigos. Si como lo dije… ellos son nos vampiros. Llegue a esa conclusión después de soñar con ellos toda mi vida. Algo que no les había contado es que el que se llama Grisel en mi sueño tenía los ojos mas negros que haya visto su mirada demostraba hambre y furia. Además tenia unos enormes colmillos saliendo de su boca.
-Si, te estábamos esperando-dijo el doctor.
-Lo siento. Es que me ofrecieron quedarme en casa de mis vecinos para no estar sola, pero ya le avise a Jassiel.
-Ah- es lo único que dijo el doctor.
-Lo siento, pasen.- abrí la puerta y les hice una señal para que pasaran.
-Siéntanse como en si casa. ¿Quieren algo de beber?-les pregunte cortésmente.
-No, gracias-dijo el doctor "no claro que no quieren pues son vampiros y no comen” pensé y mire a Grisel que me observaba fijamente con la cara de frustración. Pero sus ojos q me miraban no eran negros si no de un gris obscuro.
-No.-dijo con frustración obvia.
-Bueno yo soy Tess y ¿ustedes?-pregunte quería estar segura que era Grisel su nombre.
-Así lo siento yo soy Héctor Gallairdi y este es mi hijo Grisel.-dijo extendiendo me la mano, la ignore. Se que era grosera pero aun no estaba lista para enfrentar la realidad. Existían los vampiros. No estaba loca como creía. Ellos eran los responsables de la muerte de mis padres hace 9 años pero aun así no les tenia rencor, que era lo mas raro. Hace mucho había decidido que si mis padres los perdonaron yo también podía hacerlo.
-¿Hijo?-pregunte esteba sorprendida. Héctor parecía muy joven y además era un vampiro no quedaba duda.
-Si, es mi hijo adoptivo.-me explico.
-Bueno el es Chase, mi vecino.-les presente.
-Mucho gusto.-dijo Héctor extendiéndole la mano, Chase la estrecho y dijo:
-El gusto es mio.-Grisel no dijo nada solo seguía mirándome y eso me ponía nerviosa.
Seguimos platicando sobre el funeral y mi viaje, Chase parresia muy triste por la noticia.
-Adiós, Héctor. Grisel hasta mañana.-cuando lo vi a Grisel tenía los ojos negros como en mi sueño y Héctor no.
-Adiós, Tess.-dijo y se fue pero Grisel se quedo parado en la puerta.
-Hasta mañana, Grisel.-repetí para que se fuera. Esa mira que tenia ya no me daba miedo ya estaba acostumbrada a ella. La veía todos los días en mi sueño.
-Hasta mañana.-lo prometió y se fue aunque no se por que lo prometió.
Esa noche después d 9 años no soñé con la muerte de mis padres. Lo que soñé fue que estaba en mi sala y Grisel estaba ahí mirándome con aquellos ojos nogros… 

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