-¿Te gusta esa banda?
-Sí, es mi favorita.
-A mí también. Me encanta,
slipknot.-La pasamos escuchando música todo el viaje y cantando las canciones.
Y él no cantaba nada mal de hecho lo tuve que convencer para que cantara pues
no quería y yo no quería hacerlo sola. Xavier y yo teníamos muchas cosas en
común así que supuse que nos llevaríamos muy bien. Ese corto tiempo de estar en
el auto se me olvido por completo lo que había sucedido con mis padres y lo que
iba a suceder conmigo, pero cuando llegamos a la funeraria todo eso volvió a mi
mente.
Llegamos al funeral, yo
solo me senté enfrente de las tumbas mirándolas solo veía que llegaba gente. No
sé cuánto tiempo estuve así pero cuando me di cuenta Xavier estaba junto a mí.
-Ya tenemos que irnos.- Yo
me sorprendí. Mire a mi alrededor ya no quedaba nadie. Asentí. Y nos dirigimos
al auto. Creo que me quede dormida por que sentí como alguien me hablaba.
Desperté y era Xavier estábamos enfrente del aeropuerto. Subimos al avión y
también me quede dormida. Solo sabía que íbamos a Houston, Texas. Me desperté
cuando daban el anuncio de que íbamos a aterrizar. Salimos y nos dirigimos a
una camioneta negra más grande que el otro pero tenía la misma forma de
adentro. Nos subimos y manejo hacia una… ¡era una mansión gigante! Mire a
Xavier.
-¿Vives aquí?
-Sí, por mi trabajo. Tenemos
que salir de repente de viaje y muchas cosas así que aquí vivimos para estar
comunicados todos. Son muy buena gente.
-¿Por qué te cambiaste de
casa por mi culpa?-dije mirando hacia la mansión.
-Eres muy lista niña. Bueno
como te dije yo viajo mucho y no estoy mucho en casa así que me mude para que
las esposas de mis compañeros te cuiden cuando yo no este. No te dejare sola en
una casa.
-No me gusta la gente,
prefiero estar sola. Además tengo muchos libros que leer. No hay ningún problema en que este sola para
leer.
-¿Lees?
-Sí, tenía muchos libros
pero ahora que se quemaron todos pues solo tengo como tres que están en mi
mochila de la escuela y lo que baje de internet que tengo en mi USB. Porque
aquí hay computadoras ¿No?
-Sí. Bueno te tengo una
sorpresa.
-No quiero vivir aquí, hay
mucha gente. Yo sé cocinar puedo hacerlo, hacer la limpieza y no importa cuánto
te tardes en viajes.
-Sabes que no te puedo
dejar sola me quitarían tu custodia. Así que tendrás que quedarte aquí.- Hice
una mueca de disgusto.- Te diré un secreto. A mí tampoco me gusta vivir con
tanta gente y te prometo que cuando estés más grande regresaremos a mi
departamento ¿sí?
-Está bien.- Dije con una
sonrisa no estaría más que unos años ahí. Y así el siguió conduciendo el auto
hasta la mansión. Nos estacionamos enfrente de la mansión. Era gigante. Cuando
baje del auto y vi la mansión abrí la boca tanto que creí que me iba a romper
la mandíbula.
-Cierra esa boquita que entraran mocas.- Dijo Xavier.
Yo lo mire le entregaba las llaves a un señor, era como de sesenta años; de cabello
blanco.- Alejandro, estaciona el auto y dile a Alan que suba las maletas a las
habitaciones.
-Claro, señor Xavier.
Bienvenida, señorita Violeta.- Dijo dándome una sonrisa.
-No me digas “señorita
Violeta”, se escucha raro. Dime Violet.- Le dije sonriendo. Él también me
sonrió y después miro a Xavier.
-Sí, Alejandro la puedes
llamar así.- sonrió y se fue.
-Así que no te gusta que te llamen señorita Violeta, Señorita
Violeta.
-No me llames así.- Dije y
le di un golpe en el hombro, por su puesto él no se movió ni un centímetro de
hecho estaba segura de sí le hubiera pegado más fuerte me habría roto la mano.
-Así que prefieres Violet.
-Sí, me gusta.
-Bien. Entremos, te tengo
una sorpresa.- Dijo y entramos a la enorme mansión.
-Me encantan las sorpresas.-Dije
emocionada y entramos. Era gigante por dentro y tenía un estilo clásico paro
combinado con algunas cosas modernas, me encanto. Subimos unas escaleras
gigantes y caminamos por los pasillos.
-Oye te avía dicho que me
encantan las sorpresas.- Dije puso los ojos en blanco y contesto:
-Sí, lo has dicho 30
veces.-Reí. Me encantaba molestarlo así. Me miro y creo que se dio cuenta de lo
que hacía y que me encantaba.
-Así que te gusta
molestarme ¿eh?
-Sí, me gusta mucho.
-Bueno es hora de la
venganza.- Dijo y me empezó hacerme cosquillas. Yo le rogaba que se detuviera
pero no me hacía caso.
-Bien ya llegamos.-dijo
parando de hacerme cosquillas.- abrió la puerta de la habitación. Era gigante
mucho más grande que mi antigua habitación. Era gigante tenía una cama gigante
gris con adornos negros, las cortinas negras había una salita negra y muchas
cosas tantas que no las puedo describir lo único que sé es que me encantaba.
-¿Te gusta? La mande
arreglar para ti.
-Sí, me encanta.
-Que bien.-Dijo y me
sonrió.-anda arréglate y prepárate para salir a conocer la mansión o ¿quieres
dormir?
-No, no me alistare.
-Bien. También mande a que
te compraran ropa, está en el closet, enseguida suben tus demás
cosas.-asentí.-nos vemos luego.-dijo y yo volví a asentir. Salió de la
habitación yo mire toda la recamara era gigante. Y después entre al baño para
verlo era gigante tenia jacuzzi, regadera, un tocador gigante. Salí para
escoger la ropa abrí el armario era gigante era como un pequeño cuarto donde
había mucha ropa. Me metí a bañar y después me vestí. Me puse un pantalón de
mezclilla, una blusa roja, una chamara negra y unas botas negras. Cuando estaba
lista llamaron a la puerta.
-Pase.-Dije. Abrieron la
puerta y apareció un muchacho como de unos 16 o 17 años. De cabello color café
oscuro y ojos del mismo color.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por leer mi historia dejen sus comentar o sugerencias