15 de mayo de 2012

The kill kiss: Capitulo 8




Capitulo 8: Atracción

El cofre estaba cerrado con llave, lo sé por qué trate de abrirlo, y el libro, era negro que tenia escritos en letras doradas “Poemas”. Abrí el libro en un poema que se llamaba “Mis ojos”.


Mis ojos

Mis ojos reflejan,
Reflejan mis sentimientos,
Mis temores,
Mis ojos reflejan
lo que siento por ti,
Mis ojos se eclipsan por tu luz,
Por tu mirada,
Mis ojos reflejan mi amor,
Mi amor por ti,
Mis ojos no pueden ver
cuando tú no estás
Porque no hay vida sin ti,
Y cuando vuelvas
el sol de mi vida volverá a salir.

Termine de leerlo era muy hermoso. Quería leer otro pero se escucho como quitaban la llave de la puerta. Yo guarde rápidamente el libro en el cajón y me senté en la cama, como niña buena. Ángel entro a la habitación con un vaso en la mano se acerco a mí y dijo:

-Tómatelo.-dijo extendiéndome el vaso, lo agarre.
-¿Qué es?-dije viendo lo que estaba dentro, era un liquido rojo.
-Es sangre.-hice cara de asco-Tienes que tomarlo para que se te quite el hambre, no quieres matar a alguien ¿verdad?-tomo un traguito del vaso, sabía muy bien aunque la sangre fresca de Ned sabia aun mejo, así que me empine todo el vaso y en menos de un segundo ya me lo avía acabado, y le entregue el vaso a Ángel.
-¿Cómo sabias que lo iba a morder?-tenía curiosidad como llego en el momento exacto.
-Eh…pues…yo…eh…
-¡Me espiabas! ¡Si, me espiabas!
-Bueno por lo menos no esculco las cosas de los demás.
-Está bien te perdono-dije.
-¿Me perdonas?
-Si.
-¿Tu a mi?
-Quiero ver a Ned.-cambie de tema.
-A si claro señorita pase usted.-dijo abriendo la puerta de la habitación mientras asía una reverencia.
-Gracias, señor.-Ángel me acompaño hasta el cuarto de Ned y me abrió la puerta diciendo.
-Señorita.-no le hice caso y entre a la habitación.
-Ned…
-No hay problema Alexander me explico que tenias hambre.- me sonroje.
-Si.
-Ella-dijo agarrándome mi mano-dame una oportunidad, yo te quiero, se mi novia sino funciona volveremos a hacer lo mismo que siempre, amigos, solo déjame estar junto a ti. No me importa que no me dejes ser tu novio solo déjame estar junto a ti, aunque solo seamos amigos.-sí que me quería pero si era su novia y no funcionaba, que sabía que no iba funcionar por qué no lo amo, no iba a hacer lo mismo que antes pero aun así…
-Está bien seré tu novia.
-¡Qué bien!-dijo y me dio un pequeño beso en los labios. En ese momento entro Alexander.
-Chicos creo que es hora que vuelva a su casa, no es que los este corriendo, pero sus padres deben de estar preocupados.
-Si, está bien, Ned te espero afuera.-dije y Salí de la habitación y me dirigí a la sala donde se encontraba Ángel. Cuando lo vi suspire sabía que tenía que disculparme con él.
-Ángel perdóname no debí de revisar tus cosas.-dije sentándome a su lado.
-Perdóname tu a mi no debí espiarte pero…
-Ese es tu trabajo, lo sé y no hay problema.-lo dije tristemente. No sabía porque saber que estar conmigo solo era su trabajo me entristecía tanto.
-Te perdono-dijimos al mismo tiempo. Yo empecé a reírme y después me siguió Ángel. En ese momento Alex y Ned llagaron.
-Que bien que ya se han reconciliado.-dijo Alex per Ned tenía cara de ¿celos? Si estaba celoso. El era muy celoso. Me acerque a él y dije:


-Estás celoso.

-Yo…yo no estoy…-le mande una mirada diciendo no me mientas-está bien lo admito estoy celoso.

-No debes estar celoso de Ángel, ni de Alex y tampoco de Arthur.
-Está bien, quiero conocer a Arthur.
-Ya te cae mal ¿verdad?-dije suspirando no tenía remedio, sabia la respuesta.
-Si.
-Bueno por lo menos tienes algo en común con Ángel, a él tampoco le cae muy bien que digamos.
-Hablando de el.-dijo Ángel-Nos espera afuera.
Salimos de la casa y como dijo Ángel, Arthur estaba afuera esperándonos recargado en un auto blanco. Nos acercamos a él y dije:
-Hola
-Hola, Ella.
-Ned el es Arthur mi protector, Arthur él es Ned mi novio.-pude ver de reojo la cara de Ángel estaba molesto y ¿triste? Pero ¿Por qué?
-Mucho gusto.-dijo Arthur extendiéndole la mano.
-No mucho-dijo Ned y le di un codazo en las costillas.
-Compórtate-le dije
-Un placer.-dijo estrechando su mano-¿Feliz?
-Si-dije con una sonrisa.-Yo me voy adelante-dije y entre a auto de Ángel, donde por supuesto Ángel conducía y Ned estaba en el asiento de atrás. Arthur se iba a ir en su auto. Todo el camino estuvimos en silencio hasta que recordé a Lili “debe estar muy preocupada” pensé.
-¿Ángel?
-Si
-Podemos ir a la escuela para ver a Lili, debe estar preocupada.
-Si dijo con una sonrisa en su rostro, no entendía porque lo hacía. De repente acelero el auto y dio la vuelta no entendía porque lo hacía hasta que vi por el retrovisor que Arthur trataba de alcanzarnos, pero no aumentaba la velocidad más de lo permitido. Me reí por entender que era tan gracioso para Ángel, Ángel también se rio pero Ned se veía confundido. Suspire.
-Ned lo que pasa es que Arthur non sabe hacia donde nos dirigimos y Ángel va demasiado rápido para que Arthur nos alcance. Es una buena broma-me reí.
-Creo que no eres tan buena como tu madre, ella se molestaría por hacerle esto a Arthur.-dijo Ángel pero tampoco tienes el mal humor de tu padre.
-Sí, no se reía de nada de lo que hacía, solo con tu madre lo vi reír de verdad.
-Bueno eso significaba que tenía peor humor que tú por que no eres nada gracioso.-Me reí. En ese momento llegamos a la escuela. Cuando salíamos del auto Arthur llegaba y nos dijo:
-¿Qué te pasa Ángel, porque manejas así y en donde estamos?
-En una escuela.
-¿Qué hacemos aquí?
-Que te importa.-le dijo y empezó a caminar hacía la escuela.
-Vine a ver a una amiga.-le conté y empecé a seguir a Ángel con Ned junto a mí.
-Bueno, me podrían haber aviado.
-¿Avisado? ¿Cómo que avisado? A ti no tengo que avisarte nada. No doy una niña chiquita para andarle avisando a quien sea a donde voy-realmente me molestaba que me trataran como una niña chiquita. Aunque me comportara como una, a veces. Escuche como Ángel se reía.
-Hay Arthur ¿ya viste en donde te metiste? Si eres tan sobre protector como siempre Ella se molestara contigo. Además es muy terca.- ¡¿terca?! ¡Me dijo terca!-Ella es un alma libre, como los vampiros somos libres hacemos lo que queremos pero también es buena como un ángel, no exagerando solo cuando es necesario. A Ella no le mandas tu ni nadie.-que lindo bueno lo de terca no pero lo demás si-excepto yo.-continuo.
-¡¿Qué?!-grite.
-Si, Ella, yo te domare.
-Aja en tus sueños.- se rio.
-Ella, yo no duermo así que por lo tanto no puedo soñar con eso entonces lo único que me queda es hacerlo realidad.-Hice una mueca porque tenía razón.
-No importa no lo lograras.
-Eso ya lo veremos.-dijo cuando vi a Lili.
-Recargada en el auto de Edward con Edward. Cuando estuvimos cerca dije:
-Hola-Lili volteo, me vio y se lanzo a abrazarme.
-¿Ella, dónde estabas? Estaba preocupada.
-Es una larga historia.-vio atrás de mi donde se encontraba Arthur.
-Y este bom...chico ¿Quién es?   
-Tengo que contarte muchas cosas y muy importantes.
-Está bien.-dijo y se volteo hacia Edward.-Te hablo luego amor ahora tengo que ir con Ella.
-Está bien.-dijo Edward y la beso, debo decir que casi se comían entre sí con ese beso, se separaron y Edward dijo:
-Adiós, Ella.- se acercaba a mí para despedirse con un beso en la mejilla, como siempre lo asía, pero esta vez sentí ese impulso de besarlo en los labios. Di un paso asía a el pero Ángel me agarro de la cintura y me alejo de Edward.
-Ya se nos hace tarde.-dijo y nos dio la vuelta hacia el auto. Lo único que podía pensar era en tres cosas y en la que mas pensaba era en la tercera:
1. Casi iba a matar a Edward
2. La cara de todos cuando Ángel me alejo.
3. Ángel me agarraba de la cintura y era agradable, la última vez que lo avía hecho era cuando bailábamos en el antro y él me miraba con esos hermosos ojos amarillos.



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